Segunda publicación del dibujante neoyorkino Paul Pope en la serie Vertigo Voices de Planeta de Agostini. Paul Pope es relativamente joven, pero ha conseguido triunfar de forma espectacular en el mundo del cómic. Lo que le diferencia de muchos otros autores es que el consigue hacer siempre lo que quiere, casi siempre trabajando solo o en su defecto, haciendo la mayor parte del trabajo. Tanto sus guiones como su estilo han madurado lo suficiente como para crear la confianza en el espectador de que ninguna de sus obras va a defraudar.
Heavy Liquid no es una excepción, en una envidiable edición de 242 páginas y muy buenos extras. Cabe destacar que todos los tomos de la serie Vertigo Voices son de muy buena calidad, que se caracterizan por sus guiones adultos. El dibujo de Paul Pope es muy característico y reconocible, que destaca por la frescura de sus lineas bien colocadas. Le da mucha importancia al diseño, dándole un toque moderno muy agradable, con ropa de diseño, ambientación intrigante y dedicación a los detalles que muchos otros dibujantes pasarían por alto. Como punto negativo, hay que decir que repite demasiado ciertos modelos de cara, aunque no molesta y por supuesto no llega a considerarse como un error.
La historia engancha, es original, los acontecimientos giran al rededor de una droga imaginaria, el heavy liquid, que se consume por el oído. Esta droga es todo un misterio, pero eso no es un impedimento para utilizarla por parte de los personajes, y por supuesto, aún no se sabe cuales son sus efectos secundarios o si acaso los tiene. Por supuesto, no falta la acción ni la intriga, pero si hay algo por lo que cabe destacar esta obra entre todas las de Paul Pope es su guión atípico, lo que significa, sorpresas fuera de lo común y una resolución que nunca vais a esperar o incluso sospechar, aunque también hay villanos clásicos, en este caso merecen una mención especial, unos enmascarados cuya aparición implica siempre escenas de acción con un punto cómico para acabar el lote de un guión extraordinario.
El color es algo secundario, la obra podría leerse perfectamente en blanco y negro, pero, al igual que en el cómic Nadie, de Jeff Lemire, añade un tono de color extra, en este caso el rojo, en diferentes tonalidades según la viñeta, pasando desde tonos rosados muy apastelados hasta rojos intensos. Se agradece el color, que tiene su utilidad para diferenciar los recuerdos o hacerse notar en escenas de tensión, desapareciendo casi por completo en momentos relajados.
Heavy Liquid es un trabajo redondo, muy original y espectacular. Es de esos cómics que pueden leerse repetidas veces sin dejar de asombrar al espectador.
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