Hard Boiled

Hard Boiled ha sido realizado por el mismo equipo que creó Big Guy y Rusty el Chico Robot, Frank Miller y Geof Darrow. En esta ocasión, acompañando a una calidad artística insuperable, característica principal de Geof Darrow, la obra narra una historia de acción y ciencia ficción, al estilo de Terminator, Blade Runner o Robocop (del cual, por cierto, Frank Miller guionizó la segunda y tercera parte cinematográfica).

El tamaño y formato son iguales a Big Guy y el Chico Robot, solo que en este caso es más largo, con tres capítulos y 125 páginas. Sin embargo, su historia deja con ganas de más. El estilo narrativo sigue priorizando la acción, aunque cuenta con una amplia variedad de escenarios y situaciones, de todo tipo, que evitan que se encasille. Es difícil hablar del guión sin desvelar las numerosas sorpresas que tiene, por lo que me limitaré a describir la ambientación. Hard Boiled narra una historia futurista en una ciudad atestada de gente, basura y violencia, donde las masacres están a la orden del día, llenando páginas hasta hacerlas rebosar.

Geof Darrow realiza un trabajo estupendo, sin llegar al gore extremo, gracias en parte al color negro de la sangre, pero con el detalle que le caracteriza. En esta ocasión no solo se conforma con superpoblar la ciudad, les otorga una personalidad underground muy notable, donde la violencia, el sexo, las drogas y el consumismo están a la orden del día. A esto hay que sumar unos diseños propios de ciencia ficción: vehículos, armas, máquinas y personajes estrafalarios que no olvidareis fácilmente, siempre de carácter grande y épico.

El personaje principal puede parecer típico al principio, pero a medida que vayáis conociéndole observareis que no es la clase de héroe que esperabais, algo malo para empatizar con él, pero muy bueno al fin y al cabo, ya que es muy original. El ritmo es algo predecible, sobretodo al principio, ya que utiliza convencionalismos propios del cine de ciencia ficción al que estamos tan acostumbrados, pero a medida que la historia avanza, Frank Miller se permite el lujo de romper con lo preestablecido y arriesgarse, como solo el sabe, de la página entera como viñeta única. Un recurso típico de Frank Miller que en esta ocasión, lleva al extremo.

Hard Boiled es recomendable, por una parte, por su intrigante desenlace, uno de los más originales, pero sobretodo por el dibujo, que ofrece relectura asegurada.