11 mar 2012

Luthor


Que levante la mano todo aquel que haya dicho alguna vez que Superman no le cae bien porque es demasiado poderoso. A vosotros va dirigida esta recomendación. Luthor, de Brian Azzarello y Lee Bermejo es una novela gráfica narrada desde el punto de vista del "malo", al igual que su trabajo Joker, del que he hablado anteriormente.

Olvidaos de la clásica imagen de Lex Luthor con un traje de kriptonita destrozando a Superman a base de puñetazos. El Luthor que se muestra en esta obra es un visionario, capaz de ver más allá de las consideraciones populares, el único que parece darse cuenta de que Superman no es un aliado, sino una amenaza contra la humanidad. "Todos los hombres son iguales, todos, pero tú no eres un hombre" es la cita con más peso que representa lo que Luthor piensa de Superman. En esta ocasión el narrador es el propio Luthor, mostrándonos desde el principio una actitud muy humana, Luthor no se muestra como un ser malvado, no es el típico magnate obsesionado con aumentar su patrimonio, no odia a Superman porque suponga una molestia real a su forma de vida, sino por un profundo terror a su anticuada moral que juzga severamente las amenazas sin pararse a ponerse en el lugar de los demás. Nadie, excepto el, puede verlo, su misión no es acabar con Superman, sino demostrar su visión. Superman, por otra parte, se muestra como un fascista solitario, que actúa como juez, jurado y ejecutor, con unos poderes terroríficos.

La historia mantiene un ritmo interesante, y pasa por múltiples puntos de vista, Luthor no es de esas personas que hacen las cosas personalmente, utiliza a los demás y elimina las amenazas por teléfono. Nunca se mancha las manos, y por lo tanto, Superman nunca tiene razones para acabar con el directamente, sería demasiado fácil, y lo único que le detiene son esas convicciones que tanto odia su archienemigo. Las situaciones serán siempre muy variadas, mostrando las operaciones de Luthor en toda su plenitud, sorprendiendo con lo retorcido que puede llegar a ser éste para asegurar su éxito, llegando incluso a arriesgar su patrimonio o sus relaciones más íntimas.

El dibujo, como siempre con Lee Bermejo, es perfecto. Los personajes están increíblemente detallados, y los fondos se complementan bien, simplificándose para dar más importancia a los personajes e intensificándose cuando se requiere mostrar la grandeza urbana. Merece la pena destacar la forma en que se representa a Superman. Se dibuja desde un punto de vista humano, transmitiendo el miedo ante un ser extremadamente poderoso. Su hipervelocidad lo deforma, sus ojos rojos le deshumanizan, y la forma en que te mira desde lo alto, con esa sensación de superioridad y la absoluta certeza de que puede destruirte con un dedo consiguen que se le llegue a odiar y temer.

En esta ocasión los colores son muy frios, muy desaturados, Dave Steward y José Villarubia consiguen transmitir la frialdad con la que Luthor ve el mundo, con tonos azulados, purpúreos e incluso rojizos, pero siempre apagados.

Si odias a Superman, este es tu cómic. Si te gusta Superman, este es tu cómic. Y si te da igual Superman, ya es hora de que te importe, ya que es una amenaza contra la humanidad.

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