Uzumaki significa Espiral, y es la obsesión por las espirales el tema central de la obra. Desde el punto de vista de una joven estudiante, Kirie, observaremos cómo esta obsesión, que empieza a formarse en la mente del padre del novio de Kirie, se extiende de forma gradual al pueblo y llega a extremos apocalípticos que dejarán a todo lector con la boca abierta. La espiral se repite continuamente en detalles como la espiral de la concha de un caracol o la imposibilidad de poder dejar de caminar en espirales, entre otros muchos sucesos impactantes y rebuscados, creando una paranoia general que llega a afectar al propio espectador. La clase de terror que se siente con Uzumaki está más enfocada al miedo a la locura que podríamos encontrar perfectamente en nuestra sociedad, aunque esté enfocado a sucesos paranormales, es solo el escenario de la decadencia humana. Kirie es una de las pocas personas que conservan la calma, para empatizar con el espectador, aunque las duras pruebas de cordura a las que tiene que someterse debido al entorno asfixiante no la dejarán indiferente, Junji Ito consigue que te pongas en su lugar y sientas su desesperación.
El dibujo de Junji Ito es símplemente perfecto, en todos los sentidos. Incluso sin color, las texturas que consigue solo a base de tinta son increiblemente realistas. Su linea es delicada y con carácter bien definido y su conocimiento del cuerpo humano es impecable, llegando a mostrar unas expresiones tan realistas que dan miedo. Hace un alarde de belleza que se puede apreciar en cada hoja de cada árbol o cada brizna de hierba, y es que los entornos naturales de Junji Ito son espectaculares, con sumo detalle y sin escatimar en tiempo. Cada Viñeta de Junji Ito tiene más trabajo que cualquier página de las series regulares e interminables que triunfan en el mercado. Vais a hartaros de ver espirales y a encontrarles una belleza como nunca antes, a pequeña y gran escala, enormes espirales o enormes acumulaciones de estas. Pero sin duda, lo mejor de Uzumaki es la composición de las viñetas, cuyo dominio de la perspectiva sale a la luz, mostrando puntos de vista de infinidad de puntos de vista diferentes, algo que pocos autores se atreven.
La estructura del guión es, como no, también una espiral. Va dando circulos, pasando de la calma a la locura de forma progresiva y con vaivenes que devuelven la tranquilidad que cada vez se acortan más hasta llegar a un infierno constante. Se llega a crear situaciones épicas que recuerdan mucho a Akira. En principio cada capítulo trata sobre un suceso diferente, muchos de ellos inconexos, pero no os engañeis, todo está conectado y muy bien pensado, la espiral crece arrasándolo todo a su paso, dejando ver todos los devastadores efectos, es lo más cerca de ver el cómic desde el punto de vista de una enfermedad terrorífica.
Por esto y mucho más, recomiendo Uzumaki, eso si, los seis tomos. No conviene dejarse esta obra a medias, merece la pena llegar hasta el final, aunque solo sea por ver el impresionante final que aguarda. Al acabarlo vais a tener la sensación de haber contemplado una de las historias más bizarras y terroríficas.
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